Uno de los primeros lugares del Pacífico donde Tiwanaku ensayó sus enclave fue el valle de Azapa, situado casi en la frontera de Chile con el Perú. Familias completas de estos colonos, conocidos como Cabuza, se trasladaron al curso medio del valle, instalándose en la cercanía de vertientes que permitían regar sus campos de cultivo. Estos los enviaban de vuelta a la capital tiwanaku en caravanas de llamas -tardaban unos diez días en llegar-, los productos típicos de los valles del Pacífico eran: maíz, frijoles, zapallos, calabazas, y productos del mar que intercambiaban con pueblos costeros.
Por un tiempo, los Cabuza coexistieron con sus predecesores, los agricultores Alto Ramírez, hasta que éstos fueron paulatinamente asimilados por los recién llegados o se fueron a otra parte.
