El arcabuz de los conquistadores era un arma torpe y poco confiable, menos que ideal para las tropas.
Esta arma de barril largo requería para funcionar de pólvora seca, usualmente fallaba el disparo, y en lo que se demoraba en recargar un arquero Inca podía disparar una docena de flechas. Pero el arcabuz si tenia un gran beneficio; el impacto psicológico, por lo que era más que nada un arma de muestra, utilizada de forma selectiva para impresionar y aterrorizar al enemigo.
