CRISTÓBAL MOLINA

En 1535 Se incorporó en el Cuzco a la expedición que Diego de Almagro organizó para marchar a Chile. Fue uno de los tres religiosos que asistieron a dicha expedición (los otros fueron Rodrigo Pérez y Bartolomé Segovia).
Cristóbal de Molina fue un clérigo y cronista español. Se le conoce comúnmente con el apodo de «el Chileno» o «el Almagrista», para distinguirlo de otro clérigo y cronista homónimo, apodado «el Cusqueño».

En 1556 marchó por segunda vez a Chile, acompañando esta vez al gobernador García Hurtado de Mendoza. Se sabe que también estuvo en Charcas y que se halló presente en la fundación de Mendoza, entre cuyos vecinos se contó. También regresó brevemente a Lima, en 1563. Pero residió preferentemente en Santiago, donde permaneció hasta su muerte, siendo cura, vicario general y sochantre de la catedral santiaguina. Por eso que se le conoce como “El Chileno”.