SOLDADO

Los conquistadores actuaban en grupos denominados compañas o huestes, donde cada cual tenía un lugar de acuerdo con el aporte material (dinero, armas, caballo, etc.) que había realizado.
La hueste era encabezada por líderes que surgieron en el momento como fue el caso de Pizarro, Almagro y muchos otros.
Esperanzados y movidos por los fabulosos relatos de quienes ya conocían las nuevas tierras, se embarcaban en los navíos apostados en Sevilla con destino a América.
Pero las motivaciones para salir de España no se limitaban únicamente a un afán de ascenso social.
Poder y riquezas, honra y fama eran ingredientes fundamentales para enrolarse en las huestes indianas y condicionaban el accionar de los españoles. Se aspiraba a ser reconocido y recordado, y regresar a las tierras de origen cargado de riquezas y títulos.
En las huestes predominaban los soldados que venían de familias campesinas pobres, que viendo la ocasión se habían presentado voluntarios para intentar buscar riquezas o una vida mejor.
También viajaban nobles de segunda clase; hombres arruinados o hijos no primogénitos.
Las fuerzas se dividían principalmente en tres tipos, primero una gran masa de infantería, luego la artillería y finalmente un grupo muy reducido de jinetes montados. En esta masa de soldados a pie estarían los provenientes de las familias pobres y campesinas, la caballería en cambio estaba formada por estos pequeños nobles e hidalgos. La artillería hay que tenerla en excepción, ya que aunque no eran nobles, eran expertos en el uso de estas nuevas piezas de pólvora.